16 de agosto de 2011

Un PASO adentro de la Rosada

Nota también publicada en M24Digital

Primero, los resultados

Cristina Fernández de Kirchner venció por un amplio margen al resto de las fuerzas opositoras, obteniendo el 50,1% de los votos y seguida por Ricardo Alfonsín (UDESO) con el 12,17% y Eduardo Duhalde (UP) con un 12,16%. Atrás siguen Hermes Binner (FAP) con el 10,1% y Alberto Rodríguez Saá con un 8,2%. Elisa Carrió 3,2% y Jorge Altamira 2,5% son los últimos dos que entraron a la disputa en octubre. Argumedo, Pastore y Bonacci, afuera de la competencia.

En este escenario se descarta la posibilidad de que exista una segunda vuelta y de esta forma la actual mandataria obtendría la reelección en las que cuentan. Además Cristina Kirchner ganó en todas las provincias excepto en San Luis, y en otras ganó pero con poco margen, como fue el caso de Santa Fe.

El discurso oficial

Si hay algo que es interesante para analizar, es el discurso pronunciado por Cristina Kirchner en el día de ayer, cerca de las 21.30 horas, cuando la tendencia ya anunciaba su amplio triunfo. En él, se dirigió hacia los votantes con mucha alegría, alegando que la participación fue similar a la de cualquier otra elección, lo cual indica un “alto grado de madurez de la sociedad”. Pero lo más interesante no fue esa parte, sino su constante alusión a las demás fuerzas. También señaló que todos los partidos políticos han podido acceder a la difusión y a la publicidad, cosa que desde 1983 no ocurría y que las diferencias económicas de los partidos han sido atenuadas.

Pero lo importante fue que, ni bien empezó, dijo “no esperen de mi agravios esta noche, porque no los van a encontrar”. En particular, convocó a que pensemos en grande, a que estemos unidos, porque el mundo está difícil, pero si logramos superar diferencias, pero fundamentalmente si escuchamos lo que dice la sociedad a través de las urnas, vamos a equivocarnos un poco menos”. Por una noche la combatividad pareció alejarse del espectro político. La presidente llamó a la unidad y al diálogo, cosa que rara vez creímos que podía ocurrir. La dicotomía que nos ha gobernado estos ocho años, pero que no es propia del kirchnerismo (recordemos civilización o barbarie, personalistas y antipersonalistas, peronistas y antiperonistas), se diluyó en un discurso que pregonó el amor y la solidaridad con todos y para todos.

Es un punto a tener en cuenta, y ojala que se cumplan las promesas de diálogo, porque es definitivamente lo que va a marcar el rumbo de la Argentina en aguas que, frente a la crisis internacional, se saben turbias.

La pelea por el segundo puesto, ¿Posibilidad de bipartidismo para octubre?

El segundo puesto, o el tercero, depende de cómo se mire, está prácticamente empatado entre Ricardo Alfonsín y Eduardo Duhalde. Según algunos análisis, es tan importante terminar segundo en las primarias para recoger el voto “anti-K” en octubre. Las personas opositoras al Gobierno Nacional sienten que la única posibilidad de “derrocar” a esta gestión es votando al que tenga la capacidad de hacerle más fuerza. Sin embargo, ¿Quién está capacitado hoy en día para llevar a cabo tal tarea? Es una pregunta que queda inconclusa. El voto anti oficialista no es claro y está muy dividido (el triunfo de Cristina Kirchner en la Ciudad de Buenos Aires, cosa impensada, lo demuestra).

¿Cuál es el voto Anti-K? Si nos guiamos por el dato anterior acerca de la Capital Federal, nos damos cuenta de que el voto fue conservador, no reaccionario. Quizás la propuesta de Filmus no enamoró, pero tampoco es cierto que de un día para el otro la Ciudad fue kirchnerista, cuando no lo era (Macri y su victoria con alrededor del 60%). Es así que, por lo menos desde nuestra opinión, la posibilidad de un bipartidismo, de un “a todo o nada”, queda descartada para dentro de dos meses, lo cual no descarta que muchos guíen su futura votación bajo este criterio.

Luz verde para Hermes Binner: el festejo oculto y la apuesta al futuro

El otro que festejo en el día de ayer fue el candidato a presidente por el Frente Amplio Progresista y actual gobernador de Santa Fe, Hermes Binner. Su fuerza, que hace un par de meses tenía un alcance provincial y débil a nivel nacional, obtuvo el 10,1% de los votos, a dos puntos tanto de Duhalde como de Alfonsín. Hubo una propuesta, se vislumbró un líder sensato y un proyecto progresista que ha dado sus frutos en Santa Fe y un frente que integra fuerzas, en su mayoría, de centro izquierda. Además ha sabido ser una oposición que no pretende poner trabas a la rueda para impedir su funcionamiento, sino que ha colaborado con el Gobierno pero desde la oposición que debe hacer un frente progresista.

Por otra parte, el desafío del FAP no es otro que sino la construcción de una fuerza con mayor alcance nacional de cara al 2015. Ha sido la sorpresa de las primarias, y aunque se hace difícil que pueda quedar en un lugar de privilegio en octubre, ha retenido la gobernación en Santa Fe. Si las cosas se hacen bien en los cuatro años que vienen, su fuerza contagiará y será una alternativa al oficialismo y a la derecha que viene subiendo en este último tiempo. Pero para eso, el frente deberá permanecer en pie y su disolución podría tener consecuencias negativas para su imagen.

Finalmente queda su discurso, pronunciado alrededor de las 23 horas. Allí, si bien no lo mencionó, criticó a Ricardo Alfonsín por haberse aliado a De Narváez y haber apoyado la reelección de Mauricio Macri en la Ciudad. En este sentido, sentenció “no creemos que toda suma sea válida”.

Elisa Carrió, una desterrada por el electorado

Fue la gran decepción de la tarde-noche. Ese tiempo en donde se mostraba como una oposición seria, llegando a quedar segunda detrás del kirchnerismo, se diluyó en estos cuatros años en donde ha perdido crédito tanto su discurso como su imagen y sus ambiciones políticas. Consiguió nada más que un 3,2%, panorama que se le hará dificultoso llevar adelante en estos dos meses y tratar de cooptar votos de otros sectores. Al igual que lo ocurrido con Alfonsín hijo, el electorado entendió que la suma de poder solo por la suma de poder no funciona (apoyo la reelección de Mauricio Macri en la Ciudad) aunque también se vio perjudicada por el voto conservador. Tampoco seamos hipócritas, su actitud cambiante durante los pasados cuatro años ha sido eje de discusión en la esfera política y generó el descrédito hacia su fuerza.

Altamira y el sueño de los 400 mil votos

No hay mucho para decir, la fuerza integrada por el Partido Obrero y el PTS, entre otros, y llamado Frente de Izquierda, obtuvo el 2,5% de los votos, más o menos 100 mil más de lo que pedía la fuerza. De esta forma fue el último partido que llegó a entrar para octubre y esperará mantener este caudal de votos, aunque como sabemos, se muestra difícil.

Párrafo aparte para Argumedo y Solanas

Antes de que se definan las fuerzas que integran cada uno de los frentes, Pino Solanas y Hermes Binner mantuvieron conversaciones sobre si una integraría el proyecto de la otra y viceversa. En la Ciudad de Buenos Aires, el Socialismo exigía a Pino ciertos cargos que este no estuvo dispuesto a darle. Y lo mismo ocurrió con Proyecto Sur para integrar el FAP. Otra vez un ego político divide a las fuerzas, y ahora quedo más solo que Adán en el día de la madre. Apenas llegó a un 0,7%, lo cual no le permite siquiera presentarse dentro de dos meses. Definitivamente, ese porcentaje irá en su gran mayoría al FAP, pero no es lo mismo que haber integrado un frente en conjunto.

Para ir cerrando

No quedan dudas de que el oficialismo llegará a la reelección y me animo a decir, lejos de la posibilidad de un balotaje. La autocrítica en la oposición debe ser profunda, pero también debemos entender que el camino hacia una nueva forma de mirar y hacer política reside en el diálogo y el consenso y no en la agresión constante tanto de funcionarios K como no K. Cristina Kirchner se refirió a ello en su discurso y esperamos que se cumpla, pero la oposición tendrá que dar cuenta de sus falencias y de sus esperanzas si pretenden cooptar los votos de los descontentos. Porque recordemos que la mitad del país voto un proyecto, pero aún quedan cuatro años por delante y cualquier cosa puede ocurrir.